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Os presento un relato. Paranoia.
Tiene ya unos cuantos años, pero lo he guardado como recuerdo a unos momentos pasados de mi vida. En realidad no es del todo mío, porque lo hice junto a un compañero de Instituto, pero me gusta tanto que creo que lo guardaré siempre. Aunque no sé si me gusta por el trema tatado, por cómo transmite sentimientos, o simplemente por recordar. Por lo que sea, aquí lo tenéis ;-)
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Él, es él, estoy seguro de que es Él, y no está ahí por placer, ha venido a hacerme daño, a causarme dolor. Él es el origen de todo mi dolor, el señor de mi tormento, el causante de mi futuro y largo suplicio. Está ahí, seguro que está ahí, noto su calor, la habitación está oscura pero yo noto su presencia. No puedo huir, estoy atrapado y tengo miedo, demasiado miedo para enfrentarme a él. Viene a matarme, hace años que lo intenta pero nunca lo ha conseguido, nunca... Hoy quizás lo consiga, ¿por qué no?, ya ha conseguido entrar, puedo oír su enfermiza respiración, seguro que es Él, está escondido, pero ¿por qué no actúa?, debe estar recreándose viéndome sufrir, o quizás esté pensando la forma más violenta de despedazarme; sólo sé que está ahí y que se acerca mi hora fatal. No se como se llama ni que aspecto tiene, sólo sé que está empezando a acercarse y que me va a matar.
Lentamente me incorporo de la cama, sin respiración, y me esfuerzo por enfocar la vista hacia la sombra. No le veo pero sé que me está mirando, puedo notarlo. La sangre palpita en mis sienes y mi voz se ha esfumado con la llegada del pánico al saber que se acerca. En décimas de segundo mi mente se hace preguntas, ¿por qué?, ¿por qué yo?, ¿por qué aquí?, ¿por qué Él? Mis lágrimas comienzan a brotar cuando consigo distinguir un reflejo de luz, una parte de mí grita desesperada que es la sombra de un coche en la calle, pero sé que no es verdad, sé que es Él, viene a por mí.
Aterrado veo claramente su sombra, se acerca y estoy sólo, sólo y desnudo. Creo que hoy lo va a conseguir y no tengo salida, he sido cazado. Empiezo a compadecerme, pero consigo reunir coraje suficiente y comienzo a gritar, a gritar con todas mis fuerzas...
Momentos más tarde enciendo la luz del baño; una encrucijada de pensamientos me taladra la cabeza, es imposible que no estuviera allí, lo veía tan claramente... Quizás tengan razón los médicos, quizás Él no exista. Quizás sea como ellos dicen una `Paranoia´, pero yo no les creo. Quizás sea alguna terapia para que no me preocupe, pero lo único que van a conseguir es que me mate. Quizás hasta le conozcan y quieran ayudarle, sí, empiezo a verlo claro; cuando me consigo tragar el valium me inclino para beber de la pila y lo veo, a través del espejo lo veo, veo su sombra en la ducha, ¡no puede ser!...
Él, es él, estoy seguro de que es Él, y no está ahí por placer, ha venido a hacerme daño, a causarme dolor...
Lentamente me incorporo de la cama, sin respiración, y me esfuerzo por enfocar la vista hacia la sombra. No le veo pero sé que me está mirando, puedo notarlo. La sangre palpita en mis sienes y mi voz se ha esfumado con la llegada del pánico al saber que se acerca. En décimas de segundo mi mente se hace preguntas, ¿por qué?, ¿por qué yo?, ¿por qué aquí?, ¿por qué Él? Mis lágrimas comienzan a brotar cuando consigo distinguir un reflejo de luz, una parte de mí grita desesperada que es la sombra de un coche en la calle, pero sé que no es verdad, sé que es Él, viene a por mí.
Aterrado veo claramente su sombra, se acerca y estoy sólo, sólo y desnudo. Creo que hoy lo va a conseguir y no tengo salida, he sido cazado. Empiezo a compadecerme, pero consigo reunir coraje suficiente y comienzo a gritar, a gritar con todas mis fuerzas...
Momentos más tarde enciendo la luz del baño; una encrucijada de pensamientos me taladra la cabeza, es imposible que no estuviera allí, lo veía tan claramente... Quizás tengan razón los médicos, quizás Él no exista. Quizás sea como ellos dicen una `Paranoia´, pero yo no les creo. Quizás sea alguna terapia para que no me preocupe, pero lo único que van a conseguir es que me mate. Quizás hasta le conozcan y quieran ayudarle, sí, empiezo a verlo claro; cuando me consigo tragar el valium me inclino para beber de la pila y lo veo, a través del espejo lo veo, veo su sombra en la ducha, ¡no puede ser!...
Él, es él, estoy seguro de que es Él, y no está ahí por placer, ha venido a hacerme daño, a causarme dolor...
PARANOIA
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